Notas
sobre la Venerable
Lliberada Ferrarons (1803-1842)
Hablar
de Lliberada es referirse a una mujer, una obrera, pobre y enferma. No obstante,
su retrato preside, junto a una galería de ilustres olotenses, el
Ayuntamiento de Olot desde 1942, año en el que se colocó con
motivo del centenario de su muerte.
A partir de entonces se empezó el proceso, bien encaminado, de beatificación.
Antes se habían realizado gestiones y aportado documentos de mucho
interés, pero desvinculadas de las normas establecidas para el caso.
En unas breves notas nos referimos a Lliberada para su mejor conocimiento.
La
familia Ferrarons estaba formada por Joan Ferrarons i Trias y Teresa Vivés
i Coll, un matrimonio del que nacieron ocho hijos. El día 19 de abril
de 1.803 nació Lliberada, la quinta de la saga que se convertiría
en la mayor debido a que cinco de sus hermanos tuvieron una vida muy breve.
En su bautizo le pusieron el mismo nombre que su madrina Lliberada Biern
i Vivés, además del de Margarida y Rosa por sus abuelas materna
y paterna respectivamente. Sin embargo, estos nombres no buscaban una predestinación
puesto que se trataba de una familia absolutamente normal, es decir, seguían
las mismas costumbres que las demás familias de nuestro país.
Al principio, al igual que muchos campesinos, vivieron en la calle de Sant
Miquel, cuando aún no se había urbanizado la carretera de
Les Tries. Más tarde se trasladaron a la calle de Sant Bernat, fuera
de la muralla que rodeaba la población. En el año 1.839, al
final de la primera guerra carlista en Cataluña, se fueron a una
casa de la calle de la Mosca, en el casco urbano. Avanzamos que dicha calle
cambió de nombre en el año 1.928, a petición de los
vecinos, por el de Lliberada Ferrarons. En la casa número 11 hay
una placa que recuerda el primer centenario de la muerte de la sierva de
Dios (21 junio de 1.942)
El
15 de julio de 1.816 murió el padre de Lliberada después de
una larga enfermedad. Al parecer acabó en la mendicidad pero no está
del todo claro. Entonces ella, con trece años, empezó a trabajar
en la fábrica de Roure, Fontcoberta y Batlló, situada en el
"molí d'en Compte", en el término municipal de Sant
Joan les Fonts.
Por aquel entonces se permitía el trabajo infantil. Una topografía
médica del Dr. Torà nos informa que en Olot había 1.253
máquinas en la industria textil que daban trabajo a 1.460 hombres,
3.386 mujeres y 1.600 chicos y que se trabajaba de 12 a 14 horas diarias.
A mediados del siglo XlX se reivindicaba reducir a 10 horas la jornada de
las mujeres menores de 23 años, que representaban el 80% de las operarias.
También se luchaba por prohibir el trabajo nocturno de las chicas
menores de 18 años.
La pobreza era estructural, no dependía del progreso o de la crisis,
es decir, de la coyuntura que se vivía. Había pobres sin mucha
esperanza de cambio. La niña Ferrarons empezaba prematuramente su
vida de obrera, víctima de un liberalismo feroz.
En
1.820, con 17 años, Lliberada pudo trabajar en Olot en la fábrica
de Domènec Jou, en el barrio del puente de Santa Magdalena, en labores
a mano sobre algodón. Al parecer no fue hiladora ni tampoco tejedora,
ya que los telares a mano eran más propios de hombres debido a la
fuerza que se requería para que funcionaran. Más bien trabajó
en bobinados y devanados, tarea en la que era responsable de un grupo de
operarias.
En el año 1.823 y con 20 años pasó a la fábrica
de Antoni Carbó con facilidades horarias dadas sus limitaciones.
Éstas evidenciaban que la enfermedad había avanzado y que
la vida de Lliberada era cada vez más pesada. Pero, ¿de qué
enfermedad se trataba?.
El doctor Joaquim Danés, de buena memoria, a través de los
certificados que dejaron los médicos que la atendieron (Dr. Prat,
Dr. Llorens, y Dr. Gelabert) dedujo que se trataba de un quiste hidatídico
que, al aumentar, ocasionaba complicaciones en el ámbito circulatorio,
digestivo y respiratorio. La enfermedad era originada por un gusano que
en estado adulto se encuentra en las ovejas, las cabras y los perros, y
cuando pasa al cuerpo humano se enquista. Se propaga por la ingestión
de verduras contaminadas. Actualmente un tratamiento quirúrgico le
hubiera evitado la muerte pero todavía faltaban cincuenta años
para que llegara la cirugía.
Volviendo
a la fábrica Carbó, hacemos mención de una hecho prodigioso
que se explica: La niña Carbó que tenía dificultades
para caminar, le llevó ella sola un objeto a su madre por indicación
de Lliberada.
En la primavera de 1.829 dejó esta fábrica y no pudo volver
nunca más. Aunque hizo alguna salida esporádica, la vigilia
de Reyes del año 1.830, quedó postrada en la cama hasta el
día de su defunción, el 21 de junio de 1.842, cuando tenía
39 años.
Se
había acabado la vida terrenal de Lliberada, la ferviente devota
de la Santísima Trinidad. Por eso traemos a estas notas su invocación
preferida: "Creo en la Santísima Trinidad, espero en la Santísima
Trinidad, amo la Santísima Trinidad, deseo ver la Santísima
Trinidad. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, líbranos, Señor,
de todo mal."
Ésta es, a grandes rasgos, la vida de nuestra Lliberada, llamada
por primera vez sierva de Dios por el Dr. Esteve Ferrer, que fue rector
de Sant Esteve de Olot, cuando redactó en el año 1.898 la
estela de mármol blanco en la cripta de la vía de Santa Marta.
En
el año 1.966 y bajo la presidencia del entonces obispo de Girona,
Dr. Narcís Jubany -q.e.p.d- fueron exhumados los restos de Lliberada
para trasladarlos del cementerio al templo de Sant Esteve. Fueron depositados
en una hornacina abierta en la pared del crucero, al lado del altar del
Santísimo Sacramento, cerrada con una lápida de mármol
gris y con la inscripción: "Lliberada Ferrarons Vivés
/1.803-1.842/ 19 de junio de 1.966". Dentro de la arqueta acompañan
a los restos un escrito con los datos principales de la vida de la sierva
de Dios.
La causa de beatificación de Lliberada ha llegado a la redacción
de la Positio super virtutibus mediante un volumen mecanografiado de unas
mil páginas donde se recoge toda su vida. Canónicamente, sin
embargo, es necesario un hecho milagroso. En definitiva, esto quiere decir
que estamos a la espera de verla en los altares del mundo católico.
Una espera demasiado larga, seguramente, hasta que se produzca una gracia
por la que se manifieste la voluntad de Dios y que nosotros podamos venerar
a Lliberada como santa. Y esto no por un exaltado patriotismo local sino
para gloria de Dios y en bien de los hombres.
(Artículo de Ramón Llongarriu Monsalvatge).
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Oración para obtener del Espíritu Santo la canonización de la Venerable, Lliberada Ferrarons.
Oh bon Jesús, Senyor nostre, que moríreu crucificat per la salvació del llinatge humà! Per l'amor amb què atraieu a Vós les ànimes dels escollits, concediu-nos que ben aviat poguem veure enlairada a l'honor dels altars la vostra fidelíssima Serventa Lliberada, la qual, enamorada de la vostra creu, visqué enmig del món meravellant-lo amb les seves virtuts i el seu esperit de sacrifici. Per això adorant la vostra sagrada passió i invocant a la Santíssima Trinitat, us preguem: Parenostre ...
Lliberada y Santa Maria de Finestres
Explica
el libro "Maria als santuaris del Bisbat de Girona", que en la fachada
de la iglesia del santuario de Santa Maria de Finestres, existe una lápida
en honor a esta sierva de Dios. Se puso el día que se conmemoraba el
centenario de su muerte, en 1942. Se ve una campana y también el triángulo
de la Santísima Trinidad.
Según la tradición, cuando el 21 d ejunio de 1842 la Lliberada
falleció, la campana del santuario tocó ella sola 27 veces en
alabanza a la Santísima Trinidad, de la cuál era muy devota.
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Mn.
Joan Baburés
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